#6 - Tras la revuelta
Slayers Special #4 - La conspiración de la Asociación de Hechiceros |
A continuación podréis encontrar la traducción al español del sexto y último capítulo de la cuarta novela de la saga Slayers Special, Tras la revuelta (動乱のあとに). Es una secuela de uno de los anteriores capítulos, La conspiración de la Asociación de Hechiceros (魔道士協会の陰謀).
La traducción está hecha directamente desde el japonés, usando como base los scans de la propia novela y utilizando para las imágenes todos los scans disponibles, tanto de su publicación en novela en edición física en 1993 como en edición digital en 2012.
Traducción, adaptación y revisión: shansito
para Lost Slayers – https://www.lost-slayers.net
Todo lo perteneciente a Slayers es © Hajime Kanzaka, Rui Araizumi, Kadokawa Shoten y otros, según proceda.
Proceso de traducción: 10/71 - 14%
en proceso
Slayers Excellent: Tras la revuelta
Un estruendo sonó entre los árboles.
Las cigarras cantaban y los pájaros salieron volando cuando los árboles comenzaron a caer.
Toda una visión que hacía recordar el verano.
Y en el centro del estruendo estaba yo, Lina Inverse, y mi acompañante, en lo que era una escena usual.
—¡Dill Brand!
¡Haaaaaa!
—¡Guooooooorgh!
Con esta técnica había hecho volar a dos granujas. Quedaban otros diez.
Pero no parecía que hubiesen perdido sus ganas de pelear. Son tipos con muchas agallas. De los que no suelen vivir mucho...
Nos atacaron a los cuatro de impreviso mientras íbamos por el camino que atraviesa el bosque. No es que tuviesen mucha habilidad, pero después de todo, iba con equipaje.
—¡Ha!
Giré la cabeza hacia de donde venía el grito, si bien no parecía acarrear ninguna urgencia. Vi a Rail, quien estaba retrocediendo ante los avances de un enemigo, bloqueando los ataques con su propia espada corta.
¡Argh! ¡Qué pesadez!
Pero antes de que siquiera pudiera empezar a conjurar un hechizo…
—¡Elmekia Lance!
¡Guh!
Naga lanzó el hechizo desde un lateral, y el Villano A cayó al suelo con un ruido sordo.
—Ah… gracias.
—¡Fu! ¡Si tienes tiempo para dar las gracias, tenías tiempo para lanzar un hechizo! —dijo Naga moviendo su capa.
—¡Malditas…! ¡Retirada!
Seguramente dándose cuenta que no tenían nada que hacer, a la orden de su líder los que quedaban agarraron a sus compañeros caídos y desaparecieron en el bosque. Por supuesto no les perseguimos. Puede que incluso fuese una invitación por su parte para que lo hiciésemos.
En cualquier caso, lo primero es asegurarnos que todos estén a salvo. Sobre todo Naga y yo. Rail estará bien. Y…
—¡¿Bargar-san?! —pregunté.
Naga y Rail comenzaron a mirar a los lados.
—Fu. Ahora que lo dices, no le veo.
—… pero seguro que antes estaba aquí…
Los dos estaban diciendo obviedades.
—No será que esos tipos…
—Vaya vaya, menuda experiencia horrible.
La voz vino de unos de los arbustos del lado opuesto por donde los hombres habían desaparecido. Al girar la cabeza, vi a un hombre de mediana edad, con capa y capucha negras, un estilo típicamente de hechicero.
—Hola, Bargar-san. —dijo Rail. —Parece que está bien. Me alegro.
—Qué va… tenía mucha prisa por escapar, pero me golpeé la cabeza con un árbol y me quedé inconsciente hasta ahora. —dijo sin ningún reparo.
—… pero ver a todos esos hombres aparecer como si nada… parece que el escondite de Grimas no está muy lejos.
—Eso parece. —asentí ante las palabras de Bargar-san.
Hace tiempo hubo unos disturbios. En la Asociación de Hechiceros de la ciudad de Cruasal, hechiceros dirigidos por el vice-presidente se rebelaron contra el presidente Hamingham, que había cometido maldades y actos inhumanos. Naga y yo nos vimos involucradas, nos aliamos con los rebeldes y al final derrotamos al malvado presidente Hamingham…
Mientras estaban ocupados ocupándose de las repercusiones de la rebelión tuvo lugar otro problema. Concretamente, los miembros restantes que habían estado aliados con Hamingham. Liberaron a su Hamingham-sama.
Todo comenzó una mañana, cuando grandes letras aparecieron por toda la fachada del edificio de la Asociación de Hechiceros. Desde ese día comenzó un constante acoso a la Asociación de Hechiceros de Cruasal.
Hubo incendios en la sala de referencias, los laboratorios fueron saqueados. Se entregaron cartas deseando infortunios, se recibieron solicitudes para religiones sospechosas, una joven vendedora de pescado seco entró por la puerta cantando. Todo tipo de acoso, desde el más vago y no identificable hasta el comportamiento más alborotador, algo pasaba casi todos los días.
Todo esto por supuesto preocupó al actual presidente, que había tomado la posición tras el incidente de Hamingham, e inició una investigación formal.
Mientras tanto…
La aldea de Patri, a una corta distancia de Cruasal.
Llegó cierta información indicando que cierto hombre llamado Grimas, que anteriormente había estado relacionado con Hamingham, estaba escondido allí y era quien estaba detrás de todo lo que estaba ocurriendo.
Y así… cuatro miembros fueron seleccionados para verificar la autenticidad de la información, y en caso de ser verdad, detenerle. Las dos primeras fuimos nosotras, Naga y yo, que aún nos encontrábamos en la ciudad. Además estaba nuestro guía, Rail-kun. Aparentemente, la aldea de Patri era donde Rail había nacido. Ya me había visto involucrada con él durante el pasado incidente, y si tuviera que describirle de alguna manera, diría que es como un plumero.
Finalmente había una persona más que no había conocido anteriormente, Bargar-san, un oficial encargado de persuadir. Es también miembro de la Asociación de Hechiceros de Cruasal, y fue un miembro activo de la rebelión contra Hamingham. Aunque durante dicho conflicto él y Grimas se separaron en lados opuestos, se conocían desde hace mucho tiempo. Decidió acompañarnos por propia voluntad, esperando que de alguna manera pudiéramos persuadirle y hacerle cambiar de parecer.
—Pero… no esperaba que Grimas-san pudiera enviar asesinos contra nosotros… debe estar bastante desesperado…—dijo Rail con voz tranquila. —Ya veo. Habiendo llegado a este punto, sería peligroso continuar sin contar con un plan, así que primero será mejor que hablemos sobre qué plan podríamos tener, y cuando nos hayamos decidido, contactaré con la Asociación de Hechiceros de Cruasal para tratar con ellos sobre si el plan les parece bien…
—Tú… ya estás con lo de pedir consejo… como siempre…
—Sí… me encanta sentarme con cara preocupada y sentir como que estoy participando.
… bueno, no es que me guste meter la cabeza en los pasatiempos de la gente…
—¡Ohohohoho! ¡Eres tan ingenuo! ¡Si te preocupas por algo así, el gran nombre de Naga la Serpiente quedará arruinado! ¡Nada de preocuparse, iremos directos adelante!
Aunque sonaba como lo que un comandante militar inepto diría, Naga tenía razón. Si te asustas y das la vuelta, el enemigo bien escapará o bien aumentará sus fuerzas. En cualquier caso, se les dará alas. Mejor ir tras ellos y molerlos a palos sin preguntar antes. Así es como la guerra debería ser.
… bueno, esta vez es más complicado al tener que usar eso llamado “persuasión”, así que no podemos cargárnoslos sin más.
—Estoy de acuerdo con Naga-dono. —dijo Bargar-san antes de que yo pudiese decir nada. —Incluso si regresásemos a la ciudad, nuestro plan no ha cambiado. Así que creo que es mejor que sigamos adelante.
—Cierto. —asentí.
Rail parecía estar realmente decepcionado.
—… entonces… ¿no vamos a… hablarlo?
—No. —dijeron tres voces en perfecta harmonía.
—Bueno. Lo primero que haremos mañana por la mañana será atacar el escondite y solucionar esto. —dije mientras tomaba un poco de té.
Finalmente habíamos llegado a la aldea de Patri.
… bueno, digo “finalmente” aunque en realidad no había sido nada complicado. Es cierto que en varias ocasiones fuimos atacadas por lo que parecían ser asesinos contratados por Grimas, pero Naga y yo nos encargamos de ellos fácilmente.
Y así hasta hoy.
Llegamos a la aldea de Patri y preguntamos aquí y allá, enterándonos de un rumor sobre un gran número de personas que habían estado reuniéndose en las montañas a poca distancia de la aldea. Los aldeanos dijeron que les dejaban en paz, ya que no les parecía que fuesen bandidos. No había ninguna duda. Tal cual indicaba la información, el grupo de Grimas se encontraba aquí.
Nos quedamos en la única posada de la aldea, donde no había ningún otro cliente, e inmediatamente comenzamos a hacer planes para el día siguiente. Rail pidió que nos quedáramos en la casa de sus padres, pero no hubiera sido posible discutir un plan de ataque delante de toda su familia.
—… plan de ataque… ¿nada más? —murmuró Rail insatisfecho.
Supongo que a este tipo le gustan demasiado las “consultas”, pero…
—Así es. —respondí asintiendo. —No se puede elaborar una estrategia detallada sin saber cómo actuará tu oponente.
—Pero… en ese caso… no había necesidad de buscar una posada… podríamos habernos quedado en mi casa… no hubiera costado dinero hacerlo así…
Guh.
… bueno… ahora que lo menciona…
—N-No te preocupes por eso. Los gastos de alojamiento correrán a cargo de la Asociación de Hechiceros…
—… eso suena un tanto como lo que hubiera hecho el ex-presidente Hamingham…
—Uuh…—me quejé suavemente.
—Si todos fuésemos a la casa de mis padres… hablaríamos con toda la familia para ver qué se prepara de cenar, y después consultaría con todos para ver si están de acuerdo…—comenzó a murmurar Rail en todo quedo.
—… ¿es posible que todos en tu familia sean como tú?
Ante la pregunta de Naga, Rail asintió orgullosamente.
—Sí. Por supuesto que sí.
Tanto Naga como yo nos quedamos sin palabras.
Era de esperar. No sé de cuánta gente se compondrá su familia, pero puedo imaginarme una escena donde gente exactamente igual a Rail están bamboleándose a un lado y a otro como hojas de un plumero, ¡tranquilamente consultando cosas unos con otros!
¡Qué miedo! ¡Es increíblemente terrible!
Slayers Excellent: Tras la revuelta: continuará |