#5 - Lo que acecha en el bosque (1/2)
Slayers Smash #1 - Pasando la prueba del león |
A continuación podréis encontrar la traducción al español del quinto capítulo de la primera novela de la saga Slayers Smash, 木々の間に潜むもの (kigi no hazama ni hisomu mono). Éste capítulo es doble, siendo ésta la primera parte.
La traducción está hecha directamente desde el japonés, usando como base los scans de la propia novela y utilizando para las imágenes todos los scans disponibles, tanto de su publicación original en la Dragon Magazine en Enero de 2008, así como su posterior recopilación en novela, tanto en edición física como digital.
Traducción, adaptación y revisión: shansito
para Lost Slayers – https://www.lost-slayers.net
Todo lo perteneciente a Slayers es © Hajime Kanzaka, Rui Araizumi, Kadokawa Shoten y otros, según proceda.
Proceso de traducción: 1/33 - 3% en proceso
Lo que acecha en el bosque (primera parte)
El Invierno. En esta temporada es cuando las comidas calientes están deliciosas.
También se puede comer en el interior. O, mientras sopla el frío viento, comprar en un puesto algo calentito y caminar mientras mantienes cálidas las mejillas.
Y es por eso.
Me encontraba en esta ciudad, de nombre Augley, llevándome a la boca un trozo bien calentito de mollete recién horneado...
—¡¡Detenteeeeeee!!
Apenas me había dado tiempo a acercármelo a la boca cuando escuché un grito y una luz plateada me pasó volando justo delante de la nariz.
—... ¡¿Eh?!
Enseguida salté hacia atrás... el golpe parecía haber dado directamente en el mollete horneado, desapareciendo el calor de mis manos.
No había notado ninguna sed de sangre. ¿Eso significa que, sea quien fuese, era muy hábil?
A una cierta distancia, ¡había un hombre de pie!
Tenía el pelo plateado, y una mirada fría como el hielo. Aparentaba tener unos 20 años. Parecía ser un ciudadano cualquiera, y tenía una cara que podría decirse era hermosa.
Llevaba en la mano derecha unas varillas plateadas de metal. Seguramente lo que me había lanzado una de ellas.
Justo por el rabillo del ojo podía ver cómo el mollete horneado que acababa de ser golpeado había quedado aplastado contra la pared de la casa que tenía a mi lado, ¡qué aspecto tan miserable!
Su corteza de blanca pureza rasgada, revelando la magnífica mezcla de carne y verduras de su interior.
Lo que acecha en el bosque (primera parte): continuará |