#3 - Jinetes de cabras (1/2)
Slayers Smash #1 - Pasando la prueba del león |
A continuación podréis encontrar la traducción al español del tercer capítulo de la primera novela de la saga Slayers Smash, ゴート・ライダーズ (goat riders). Éste capítulo es doble, siendo ésta la primera parte.
La traducción está hecha directamente desde el japonés, usando como base los scans de la propia novela y utilizando para las imágenes todos los scans disponibles, tanto de su publicación original en la Dragon Magazine en Mayo de 2007, así como su posterior recopilación en novela, tanto en edición física como digital.
Traducción, adaptación y revisión: shansito
para Lost Slayers – https://www.lost-slayers.net
Todo lo perteneciente a Slayers es © Hajime Kanzaka, Rui Araizumi, Kadokawa Shoten y otros, según proceda.
Proceso de traducción: 1/29 - 3% en proceso
Jinetes de cabras (primera parte)
De repente una sombra apareció sobre mi cabeza.
Inmediatamente salté hacia atrás... y lo que fuera, aterrizó ante mí.
Era un hombre montando una bestia.
En un camino sin nombre que transcurría entre las montañas. Una montaña rocosa de superficie rugosa se elevaba a la derecha, y a la izquierda se encontraba una ladera verde y suave. Había sido del lado derecho de donde había venido el hombre.
Era un lugar perfecto para que los bandidos atacaran a sus presas, pero no parecía ser un bandido.
Con el aire del ambiente tenso, el hombre dirigió su mirada hacia mí.
—Oye, muchacha, escucha, ¿has visto por aquí a un hombre sospechoso?
—... ¿¡Eh!? ¿¡Es algún tipo de broma!? —grité sin poder contenerme.
En cualquier caso...
El hombre tenía la boca y la nariz tapadas con un paño, y estaba sentado a horcajadas sobre la cabra más gigantesca que había visto en mi vida.
Sí, una cabra, no creo que haga falta explicar lo que es una cabra. Ya sabéis, una cabra, esas cosas que hacen beee, beee. Aunque desde luego no tenía el tamaño de una cabra normal. Más bien parecía un caballo. De ahí que quizás la debería llamar gran cabra.
Si algo como eso de repente descendiera desde lo alto y hiciera ese tipo de pregunta, lo normal que haría cualquier miembro de la sociedad sería decir “¡tú eres el sospechoso!”, pero no parecía que era eso lo que esperaba que dijera.
—He dicho que si has visto a un hombre...—comenzó a decir el hombre mientras yo fruncía el ceño.
Jinetes de cabras (primera parte): continuará |