En una lúgubre noche de tormenta, Lina se encuentra en el castillo de un viejo hechicero especializado en la creación de quimeras, que quiere mostrarle a Lina su última investigación, con lo que le muestra un pergamino. Lina queda pasmada con lo que ve, llegando a imaginarse una extraña situación. Una aldea que está siendo atacada por dragones y serpientes gigantes, cuando de repente llega volando una criatura creada mezclando un dragón, una serpiente gigante y la propia Lina. Cuando uno de los niños de la aldea empieza a señalarla diciéndole lo rara que es, ésta se enfada y comienza a lanzar un Drag Slave tras otro.

De vuelta en la realidad, Lina rechaza totalmente la oferta del hechicero, a quien le extraña que no quiera colaborar con él en la creación de su súper-quimera, ni siquiera cuando le asegura a Lina que no sería una mera copia, sino que utilizaría su propia cabeza para crearla... lo cual enfada aún más a Lina. Es entonces cuando de repente llega Naga, quien cree que Lina se ha escapado para quedarse ella con algún tesoro y no compartirlo. Cuando el hechicero le muestra a Naga el pergamino, ésta queda encantada por las formas de la quimera, y promete ayudarle a que se haga realidad. Lina no piensa permitirlo, por lo que empieza a lanzarles un hechizo tras otro.

Hay entonces un salto temporal de todo un mes, con Lina y Naga caminando por el bosque y Naga lamentando que dejasen pasar por alto la oportunidad de convertir a Lina en una quimera. De repente aparecen a su lado tres encapuchados que piden a Lina ir con ellos sin hacer preguntas, a lo que ella les hace saltar por los aires... junto con Naga. Uno de ellos logra esquivar el hechizo, y sale corriendo al ver lo que Lina es capaz de hacer.

Lina le persigue volando, pero al alcanzarle aparece Diol, que había contratado precisamente a los tres hombres para atraerla, y para poder atraparla viene acompañado de diez sujetos encapuchados, de los que Lina piensa que seguramente sean copias suyas. Pero cuando se retiran las capas que los cubren, se descubre la terrible verdad: todas son copias de Naga, y al comenzar a reirse todas juntas hacen que Lina pierda el sentido. Es entonces cuando Naga despierta tras haber sido alcanzada por el hechizo de Lina, y cree que ésta ha escapado porque sabe dónde hay algún tesoro enterrado y quiere quedárselo para ella sola. Naga comienza a reír, escuchándose su risa en la ciudad cercana, donde los habitantes temen a esta extraña risa que sale de ningún lado.

La escena cambia a una cabaña donde se encuentra Lina sin sentido en una cama, acompañada de Diol y de Bista, que dice ser el patrocinador del viejo, así como las diez copias de Naga acurrucadas cerca del techo. Diol entonces le pide a Bista que le ayude a conseguir los otros componentes que necesita para su proyecto quimera: un brass-demon, un dragón rojo y una serpiente profunda. Bista inicialmente se queja de lo complicado que sería conseguir eso, a lo que Diol le responde que capturar a Lina era realmente la parte difícil del proyecto.